Eras los últimos días del mes de setiembre cuando iniciaba la primavera, dos niños paseaban por un parque.
EDUARDO: Como estas Cecilia?, que bonito día, muy agradable para jugar, podemos hacer muchas cosa, correr sobre el pasto o quizás podemos hacer una casa en el árbol.
CECILIA: Claro Eduardo, me agrada mucho la idea, ya terminamos las tareas y estamos libres para disfrutar del día.
EDUARDO: Esta bien, ¡mira lo que acabo de encontrar!, un gran árbol, que tal si podemos clavar unas maderas y así hacemos una casa de árbol, luego invitamos a todos nuestros amigos.
CECILIA: Claro hasta podemos hacer un club, empecemos por juntar unas maderas resistentes, luego me puedes ayudar a clavar sobre el árbol.
ÁRBOL: Auuuuu!, que les sucede niños, ustedes creen que pueden hacer y deshacer sobre mi, acaso no tienen corazón.
EDUARDO: Hablas! Pero como es posible, estoy soñando acaso.
CECILIA: Yo también lo escuché, pero… ¿cómo es posible?
ÁRBOL: Amigos, por favor! ustedes creen que no siento dolor con todos estos clavos y además quieren ustedes cortar mis pobres ramas, ¡ah que humanos tan inhumanos! Piensen por favor.
CECILIA: Está bien, mira nos iremos a jugar a otra parte, entendemos que al formar parte de la naturaleza eres un recurso muy importante. Vámonos Eduardo, aquí no solo las aves cantan sino los árboles hablan.
Los niños siguen caminando por el parque aburridos cuando sucedió algo.
CECILIA: Ya viste Eduardo! Esa flor!, yo la quiero, yo la quiero, ayúdame a cortarla, la quiero en mi casa.
EDUARDO: Para que la quieres, no te va a durar mucho porque se secará.
CECILIA: ¿Cómo que para que la quiero?, pues para verme bonita, de aquí en adelante podre ser una bailarina estilo hawaiana.
FLOR (ENOJADA): Que les pasa, como se atreven a molestar a una hermosa y bellísima flor. Váyanse de aquí o me los como enteritos.
CECILIA: Yo solo quiero cortarte flor y llevarte a mi casa, colocarte en mi cabecita, ahí estarás mejor cuidada.
FLOR: No no, no me quiero morir, no sabes que necesito de la luz solar para poder vivir.
Necesito agua también, a las flores no nos gusta estar en un jarrón con agua, y mucho menos colgada en ti, si nos cortan moriremos, Por eso si quieres a tu planeta cuida la naturaleza.
EDUARDO: La flor tiene razón, yo te lo había dicho. No te preocupes flor bellísima, no te arrancaremos. Mejor vámonos amiga, hay otras cosas que hacer.
Los niños al seguir caminando se detienen en una alberca, a la niña se le ocurre una nueva idea.
CECILIA: Pues bien si no podemos hacer una casa en el árbol, tampoco pude cortar la flor para ser una bailarina, que te parece si llenamos la alberca con agua, con este calor sería divertido jugar con agua.
GOTA DE AGUA: Hola niños, ¿Tienen calor?
NIÑOS: Si tenemos mucho calor, queremos llenar la alberca de agua y mojarnos mucho rato dentro de ella.
GOTA DE AGUA: Niños, niños no han escuchado la importancia del cuidado y protección del agua…
EDUARDO: mmmm, no pero creemos que hay mucha agua en el planeta, con decirle señor gota que por mi escuela pasa un río y ahí tenemos mucha agua.
CECILIA: Si pues, en las fotos de la tierra se puede ver la gran cantidad de agua que hay en nuestro planeta.
GOTA DE AGUA: Si enanillos pero es importante recordar que solo el 1 por ciento del agua de nuestro planeta es potable y menos de este 1 por ciento lo consume el hombre, por eso es importante cuidar muchísimo el agua.
EDUARDO: Y tú, ¿Cómo sabes tanto? a ver, ¿donde estudiaste eso?
CECILIA: Yo pude leer en una enciclopedia algo parecido y decía que dentro de algunos años se podrían acabar nuestras reservas de agua.
GOTA DE AGUA: Si enanillos y es por eso les pido que ayudemos a proteger los recursos naturales que aun tenemos.
EDUARDO: Si señor gota de agua, realizaremos una campaña en nuestra escuela y comunidad para cuidar las plantas y el agua.
CECILIA: Si tenemos que hacerlo para cuidar el medio ambiente, ¿verdad que nos pueden ayudar?
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